... estado de la cuestión es una revisión comentada del conocimiento que hay sobre un tema concreto. Se trata de poner al día al lector de lo que se sabe (y lo que se ignora) sobre un asunto.
Para escribir un buen estado del arte es necesario empezar por los cimientos. Es decir, enterarse de las teorías, autores clave, conceptos importantes, controversias... osea, empaparse de la "biblioteca" existente sobre ese tema. Volverse experto en la materia.
El segundo paso es decidir qué es lo más importante de todo ese conocimiento y cómo se relacionan esos autores y teorías (en qué coinciden, en qué discrepan). Porque lo que hay que hacer no es sólo referir esa información sino comentarla. El que lo hace no es sólo un transmisor de la información, sino un filtro, un comentarista. Un intérprete.
El estado del arte es uno de los ejercicios intelectuales más ambiciosos y difíciles. La ambición radica en ser capaz de sintetizar y presentar de manera clara un conocimiento que por naturaleza es complejo, disperso y, en muchas ocasiones, contradictorio. A eso añadan la dificultad de comunicarlo de manera atractiva y sugestiva, pues en el fondo más que un acto de erudición es un arte periodístico.
Uno de los estados del arte más ágiles que he leído últimamente es este artículo de Alberto Cairo, que nos pone al día sobre las teorías e investigaciones que existen hoy en día para explicar la influencia de la internet en nuestra inteligencia.
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